El Camino de Santiago y Zilbeti
Y después.....a la vuelta de este Valle del Pirineo Navarro......una de las estampas que permanecer á en vuestra memoria, es la de l@s peregrin@s caminando pausadamente y cargad@s con sus grandes mochilas.
Van de paso, con su mirada tranquila y a veces cansada. Caminantes que sin importar el calor y a pesar del mal tiempo, con esa actitud de "búsqueda", siguen adelante hacia su destino: Santiago de Compostela.
¿Quién sabe la razón? interés cultural, motivo espiritual, un reto personal tal vez......Lo cierto es que hacer el Camino se ha convertido en una manera diferente de hacer turismo y es incesante el goteo de peregrin@s procedentes de todos los países del mundo.
El nombre de Zilbeti tiene su origen en "itxil beti" que en euskera significa "siempre en silencio". Se refiere a los monjes de clausura que vivían "siempre callando" en el Monasterio de San Zacarías situado en uno de los montes del pueblo llamado Erzábal y que fue visitado por San Eulogio de Córdoba ya en el año 848. Este primer Monasterio se encuentra en ruinas y actualmente lo que se conserva en lo alto del pueblo, es la llamada "Ordena". Una antigua hospedería del siglo XII y de estilo románico alrededor de la cual fue surgiendo lentamente el pueblo y que albergaba a l@s peregrin@s del antiguo camino de Santiago que pasaba por aquí.
El Camino comienza en San Jean de Pied de Port y es el segundo día cuando, después de haber descansado en Roncesvalles, l@s peregrin@s atraviesan el Valle de Erro. Después de pasar Lintzoain y pocos metros antes de llegar a las tres losas de los "Pasos de Roldán" se encuentra el cruce que une las localidades de Erro y Zlibeti. A dos kilómetros de ese cruce, está Zilbeti y much@s peregrin@s llegan al pueblo.
Aquella acogida silenciosa de los abades de antaño, es historia. Pero l@s peregrin@s que llegan a ZILBETI, siempre encuentran una acogida especial.
Para cada persona, la experiencia de peregrinar hasta Santiago, es diferente y siempre llega ese momento en el que el único lugar al que pueden mirar l@s caminantes es hacia su interior. Así que al final, el CAMINO es un descubrimiento. Descubrimiento de uno@ mism@ y de las personas y lugares que se encuentra a lo largo del recorrido. Para algun@s peregrin@s uno de esos lugares es Zilbeti. Un pueblo pequeño, como "de cuento", donde nunca falta albergue, comida y descanso.