Acordes de la primavera

01.04.2021

Se despereza despacio.... Regresa.

Nunca entendí su manera sigilosa de acercarse y de reaparecer tras el invierno adormecido.

El tiempo transcurre despacio, llega el alba más temprano, se escuchan por doquier trinos y suenan armonías que anuncian la llegada de la primavera.

Un chip, chip, chip bullicioso de los gorriones, siempre nerviosos,

Silbidos cortos con carraspeo de los colirojos.

El espontáneo cu-cú, improvisando...

Los pájaros carpinteros tac, tac, tac....siempre los creí inspiradores de la txlalaparta

Y no tardan en llegar las aceleradas golondrinas, parloteando gorgeos encadenados....uit, uit, uit.. uit

Cantarán sin cesar los vencejos, chillidos breves y monótonos.....suiiii, sriiii, suiiii, sriii

Son acordes simultáneos de aves que revolotean y compiten para llamar la atención de las hembras, que ahora en primavera coquetean y están más atentas que nunca.

La primavera, suena incansable y cantarina acompañada de arrolladoras melodías que pueden entreoírse como una cantinela sublime.

Resucita cada recoveco y aun así, hay susurros que nunca he logrado escuchar. El revivir de narcisos, prímulas, lirios y margaritas; el revoloteo de las mariposas, el rebrotar de los lilos, la salida del arco iris tras la tormenta, los paseos de los caracoles en las tardes más húmedas...

¡Cuánta belleza ocurre en el silencio!

Renacen las hayas. Cada día reverdecen más llenas, más plenas. Intuyo que este milagro ocurre a un ritmo suave y armonioso. Imagino su melodía y su cántico victorioso cuando el bosque por fin estalla por completo, con un verde TAN VERDE, que resplandece e inunda todos los sentidos. Entonces parece quebrarse el silencio Y ya frondosas las oigo, AHORA SÍ....

Escucho el murmullo de sus hojas cuando el viento unos ratos las acuna y otros las hace bailar como queriendo tocar el cielo. Entonces su tono se eleva y suena con unos acordes tan acompasados que el aire se estremece y se calma por completo.

La tierra se despereza.....susurra su eterna melodía siguiendo la partitura que la naturaleza compone y dirige cada día. Un espectáculo irremediable al que Zilbeti se entrega para abrazar la primavera.